Hola mi nombre es Sergio, pero me gusta que me digan Checho.

Quiero contarte algo muy personal que algunas noches me da vueltas en la cabeza. Durante años me desempeñé en roles directivos en grandes organizaciones de luz verde y tigres pintados en el letrero, privilegiaba el nombre de las compañías, los grupos primarios con personas “importantes”, vestirme con camisas de cocodrilo era obvio y buscar ganar millas para ser VIP en mis aerolíneas favoritas era mi hobbie. Lo peor es que no era una persona chévere.

Para mí la vida era una carrera interminable donde el “éxito” lo era todo, tener una camioneta cada vez más grande, poder viajar lo más lejos posible cada año y estar en los lugares de moda, era mi motor, todo era más importante que mi bienestar y mi familia. Sacrifiqué tanto que hoy mirar hacia atrás me da escalofrío.

Pero ¿sabes qué? a veces la vida nos pone en lugares y en situaciones complejas que a simple vista no logramos entender, pero que al final nos transforman y cambian nuestra realidad.

Hoy soy mensajero, empacador, auxiliar de cocina, auxiliar contable, gerente comercial, gerente financiero, abogado, gerente de compras, coordinador de logística… pero sobre todo soy un man feliz.

Hoy quiero decirte que… lo superficial cada vez pierde impacto y lo real, lo singular y lo simple nos conecta con nuestra humanidad… y te pregunto ¿no cambiarías hoy tu bien más preciado por garantizar la vida y un abrazo de esas personas especiales para ti?

Quiero agradecerte por confiar en nosotros, por darnos la oportunidad de ser parte y contarte que en Laburé somos personas que trabajamos para personas, que nos equivocamos, que tenemos buenos y malos días, pero sobre todo que amamos lo que hacemos, tocamos un corazón a la vez y nos inspiramos para crear.

Conecto a Laburé con el mundo cuidando la experiencia y lo doy todo por garantizar la excelencia en nuestros procesos. ¡Cuando quieras hablamos!